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Imagina que tu perro está sano y lleno de energía, pero sin que lo sepas, un enemigo silencioso puede estar acechando: la dirofilariosis canina. Esta enfermedad, transmitida por la picadura de mosquitos infectados, puede causar graves daños en el corazón y los pulmones de tu mascota. Descubre en este artículo todo lo que debes saber para proteger a tu mejor amigo de esta peligrosa enfermedad.

¿Qué es la dirofilariosis canina?

La dirofilariosis canina es una enfermedad grave causada por un parásito llamado Dirofilaria immitis, que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. Este parásito afecta principalmente el corazón y los grandes vasos sanguíneos de los perros, pudiendo provocar problemas respiratorios, fatiga y, en casos graves, la muerte. Aunque está más presente en zonas cálidas y húmedas como las Islas Canarias, el sur de España o áreas de ríos y campos de riego, cualquier perro expuesto a mosquitos está en riesgo.

Síntomas de la dirofilariosis canina

En las primeras etapas, la dirofilariosis puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que la infección avanza, pueden aparecer los siguientes signos clínicos:

  • Tos persistente: Uno de los primeros síntomas debido al daño en los pulmones.
  • Fatiga y debilidad: Especialmente después de realizar ejercicio.
  • Dificultad para respirar: Por la obstrucción de los vasos pulmonares.
  • Pérdida de peso y apetito: Debido al estrés que sufre el organismo.
  • Hinchazón abdominal: Por la acumulación de líquidos (ascitis) en casos avanzados.
  • Desmayos o colapsos: Cuando el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente.

Si notas alguno de estos síntomas en tu perro, es crucial acudir al veterinario lo antes posible para un diagnóstico temprano.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

Dirofilariosis canina, protección y prevención: Para detectarla, es fundamental combinar la historia clínica del perro con pruebas específicas. Los métodos más utilizados incluyen pruebas de detección de antígenos (que identifican parásitos adultos) y exámenes al microscopio para encontrar microfilarias (larvas del parásito) en la sangre. Además, se pueden realizar pruebas complementarias como radiografías, ecocardiografías y análisis de sangre y orina para evaluar el estado general del perro y determinar el mejor enfoque de tratamiento.

Tratamiento de la dirofilariosis

Si un perro es diagnosticado con dirofilariosis, es esencial actuar rápidamente. El tratamiento tiene tres objetivos principales: eliminar las bacterias, destruir las larvas y acabar con los parásitos adultos. Este tratamiento es efectivo, pero también delicado, por lo que es importante seguir las indicaciones veterinarias, restringir el ejercicio y, en algunos casos, administrar medicamentos adicionales para controlar la inflamación y prevenir complicaciones pulmonares.

La importancia de la prevención

Prevenir la dirofilariosis es más sencillo y seguro que tratarla. En áreas con riesgo, se recomienda administrar fármacos preventivos antes, durante y después de la temporada de mosquitos. Existen opciones mensuales (en forma de pastillas o líquidos tópicos) y tratamientos inyectables anuales como Afilaria, que ofrece protección continua durante todo el año. Además, se aconseja realizar pruebas serológicas periódicas para asegurar que el perro esté libre de infección, especialmente si ha habido interrupciones en el tratamiento preventivo.

En resumen, la dirofilariosis canina es una enfermedad grave, pero con un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y una prevención constante, se puede proteger la salud y el bienestar de nuestros perros.

¡No esperes a que sea demasiado tarde! En Veterinario Las Labradas te ofrecemos las mejores opciones de prevención para mantener a tu peludo amigo a salvo de esta amenaza invisible.