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​La leishmaniosis (o leishmaniasis) es una enfermedad que afecta a perros, gatos y otros mamíferos. Sin embargo, con el conocimiento y las medidas preventivas adecuadas, podemos proteger a nuestros amigos de esta enfermedad.

En este blog, te contamos las claves para prevenir la leishmaniosis en nuestras mascotas, desde entender cómo se transmite la enfermedad hasta las medidas concretas que podemos tomar para proteger a nuestros compañeros.

¿Qué es la leishmaniosis y cómo se contagia?

La enfermedad, causada por el parásito Leishmania, puede afectar a perros, gatos y humanos, aunque es más preocupante en el caso de nuestras mascotas debido a las posibles complicaciones que puede ocasionar en su salud.

La leishmaniosis se transmite cuando un mosquito infectado pica a otro animal sano, transfiriéndole así esos parásitos a su piel. Es importante destacar que no todos los mosquitos están infectados, por lo que solo los que llevan el parásito pueden transmitir la enfermedad.

Síntomas en perros

Los síntomas más frecuentes de la leishmaniosis incluyen lesiones cutáneas, que a menudo se presentan alrededor de los ojos o en las orejas, aunque pueden surgir en cualquier parte del cuerpo.

Además, los perros afectados pueden experimentar problemas renales, ya que sus riñones pueden tener dificultades para eliminar los anticuerpos que se producen en respuesta a la infección.

Síntomas en gatos

En gatos, la leishmaniosis puede manifestarse de manera diferente. Aunque los signos pueden variar, algunos gatos afectados pueden mostrar síntomas como lesiones cutáneas similares a las observadas en los perros. Sin embargo, en los felinos, estas lesiones pueden ser menos comunes. En cambio, los gatos con leishmaniosis pueden presentar síntomas como pérdida de apetito, letargo, fiebre intermitente y, en casos más graves, problemas respiratorios.

Síntomas en personas

En humanos, la leishmaniosis puede manifestarse de diversas maneras dependiendo del tipo de la enfermedad. Las formas cutáneas suelen causar úlceras en la piel que pueden tardar semanas o meses en sanar y pueden dejar cicatrices. Por otro lado, las formas viscerales pueden afectar órganos internos como el hígado, el bazo y la médula ósea, causando fiebre, pérdida de peso, fatiga y otros síntomas similares a los de la gripe. Es importante buscar atención médica si se presentan síntomas sospechosos después de haber estado en áreas endémicas de leishmaniosis.

 

Medidas preventivas contra la leishmaniosis

Existen varias medidas preventivas que puedes tomar para reducir el riesgo de contagio, te contamos algunas:

  • Evita las horas de más actividad del flebótomo

Los flebótomos son más activos durante el atardecer, el amanecer y las primeras horas de la noche. Te recomendamos que intentes evitar estas franjas horarias para salir a pasear con tu perro.

  • Aplica repelentes diseñados para ahuyentar a los flebótomos

Es recomendable que consultes con tu veterinario de confianza cual es la opción que mejor se adapta a las necesidades de tu perro.

  • Evita zonas húmedas

Las zonas con altos niveles de humedad son ideales para depositar los huevos del flebótomo.

  • Vacuna a tu perro contra la leishmaniosis

La vacuna ayudará a tener preparadas sus defensas para combatir la enfermedad.

  • Realiza visitas periódicas al veterinario

 

En definitiva, prevenir la leishmaniosis en nuestros perros es importante para su salud y bienestar. Si seguimos estas medidas preventivas, podremos reducir el riesgo de que nuestras mascotas contraigan esta enfermedad.

Desde Veterinario Las Labradas, queremos recordarte la importancia de estar atentos ante cualquier cambio en la salud de tu mascota, y actuar rápidamente ante cualquier sospecha de leishmaniosis.